19/3/25

Reseña | El imperio de los condenados



  • Título: El imperio de los condenados (2/3)
  • Autor: Jay Kristoff
  • Editorial: Nocturna editorial
  • Número de páginas: 920

TRÁEME LO QUE NECESITO, NIÑO. TRÁEME UN IMPERIO. 

 Gabriel de León ha perdido la oportunidad de acabar con la noche sin fin. Ahora, embarcado en una incierta alianza con una vampira, se propone recurrir a la enigmática estirpe Esani para averiguar cómo deshacer la muerte de los días... Por más que a los lobos no les inquieten los males de los gusanos. Perseguido por la estirpe Voss, arrastrado a letales contiendas en las gélidas Tierras Altas y destrozado por su propia sed de sangre, el último santo de plata sabe que quizá no sobreviva lo suficiente para presenciar cómo alguien muy importante para él descubre la verdad. Y puede que esa verdad sea demasiado horrible como para concebirla siquiera.

En noviembre de 2024 me leí el primer libro de esta trilogía, El imperio del vampiro y fue una absoluta obsesión. Quizá uno de los libros que más he disfrutado de todo el año y no me canso de recomendar que, si os gusta la fantasía oscura, le deis una oportunidad. Fueron muchas las personas que me dijeron que el segundo iba a superar con creces al primero, pero no me los creí. Siempre pienso que los segundos libros flojean, casi nunca me gusta el segundo libro de una saga o de una trilogía. Bien, este es una excepción

El imperio de los condenados mejora completamente el primer libro, no defrauda ni un poco y termina coronándose, dejando al lector con la miel en los labios para el tercero (que se publica en noviembre de 2025). En esta segunda entrega recuperamos la historia de Gabriel de León donde la habíamos dejado y nos encontramos con nuevos personajes que nos sorprenderán más de lo que parece de primeras. De hecho, a mí Dior no me gustaba especialmente en el primero, pero en este he sufrido infinitamente con ella. Mi niña. Solo puedo deciros que bendita San Dior, porque es un personaje formado por infinitas capas. Cuando parece que la has calado trae algo nuevo consigo, y la relación que tiene con el último santo de plata enternece hasta al más duro de los corazones. Por su parte, creo que en este segundo libro podemos ver una parte mucho más humana y vulnerable de Gabriel. Ya al final del primero comenzábamos a ver tras la coraza de esta leyenda de San Michon, pero en este segundo sus alegrías y sus miedos comienzan a ser mucho más evidentes tras esa dura égida que esconde su corazón. 

Por otra parte, creo que Celene Castia es una sorpresa, no me esperaba que este personaje tomase la importancia que tiene finalmente y, contra todo pronóstico, me ha parecido un añadido increíble a la trama aportando su punto de vista, que no siempre es especialmente fiable. No obstante, la complejidad que añade a la historia solo hace que mejorarala. Todos los personajes son una mezcla de luces y sombras que, aunque adoras, sabes que no son perfectos ni pretenden serlo. Podríamos decir que el autor hace que los vampiros sean mucho más humanos de lo que podríamos pensar. 

En cuanto a la trama, Kristoff explora las relaciones humanas, los miedos, las expectativas y las dos caras que toda buena historia tiene en un mundo oscuro lleno de dolor y un Dios que parece no escuchar plegarias. Esto, unido a una pluma ágil y amena que no permite que la tensión decaiga ni un solo segundo, hace que desde el inicio hasta el final estés completamente dentro de la novela. La narración sigue manteniendo la misma estructura de Gabriel de León contándole su historia al cronista, aunque con novedades, por lo que el presente del León negro de Lorson se mezcla con su pasado continuamente. La incorporación de Celene, la última de los Liathe, nos permite conocer mucho más sobre la trama de los Esani y la profecía que acabará con el fin de los días, aunque tampoco tendremos toda la información que querríamos. Además, a las nuevas incorporaciones en la trama, le sumamos personajes e historias que aparecían en el primero, aunque sea desde otro plano, lo cual ayuda a mantener esa continuidad entre ambas novelas.

La ambientación me parece de lo mejor que he leído últimamente. No sé hasta qué punto peco de estar obsesionada con la ambientación oscura, medieval, llena de simbología religiosa, plegarias y magia negra, pero cada oración que enuncian me pone los pelos de punta.  Me sigue fascinando cómo el autor consigue intercalar temas tan interesantes como la fe, la existencia de Dios, la esperanza, el sentido de la vida y el amor, en un mundo tan cruel y despiadado logrando darnos escenas terribles y escenas enternecedoras por igual. Todos los personajes son una mezcla de luces y sombras que, aunque adoras, sabes que no son perfectos ni pretendes serlos. Contra todo pronóstico, hace que los vampiros sean mucho más humanos de lo que podríamos pensar. 

En definitiva, El imperio de los condenados es una sobresaliente segunda parte al Imperio del vampiro que te deja con muchas ganas de más y, como viene siendo habitual, enunciando aquello que no podemos dejar de pensar:  

Y, ante los ojos de Dios y de sus siete Mártires, juro.
Que la oscuridad sepa mi nombre y se desespere.
Si arde, seré la llama.
Si sangra, seré la espada.
Si peca, seré el santo.
Y la plata


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